El Partido Popular recela del nombramiento de la nueva fiscal general del Estado a pesar de que cumple los requisitos que su líder exigía ayer. Feijóo reclamaba más de 20 años de carrera, no haber desempeñado cargos polítcos en los últimos cinco años y el aval del Consejo General del Poder Judicial. Teresa Peramato cumple de sobra las dos primeras condiciones y es muy probable que el órgano de gobierno de los jueces le dé su visto bueno en los próximos días. El Gobierno le ha puesto muy difícil a Feijóo ponerle peros a Peramato, así que los populares se lanzan a desacreditar su futuro nombramiento con el argumento de que es una decisión de Pedro Sánchez. "La clave es saber si Sánchez ha decidido renunciar a seguir politizando la Fiscalía General del Estado o si va a seguir utilizándola en beneficio propio, lo mismo que Vox", decía el número dos de Feijóo a primera hora de la mañana. Su portavoz en el Congreso, Ester Muñoz, se preguntaba a continuación si Teresa Peramato se prestaría a "delinquir" como su antecesor en el cargo, Álvaro García Ortiz. Los mismos argumentos que maneja Vox. "Es nombrada por el mismo Gobierno que colocó a un fiscal general del Estado para delinquir", sostenía esta mañana su portavoz en el Congreso, Pepa Millán. Si la derecha no se fía, los socios del Gobierno se muestran encantados con el perfil de la futura nueva fiscal. Destacan su feminismo y su indudable pedigrí progresista. Sin embargo, Podemos no se conforma y va más allá. Exige al Ejecutivo de Sánchez que luche contra "el golpismo judicial" de los jueces del Tribunal Supremo a los que acusan de desplegar una “guerra sucia judicial y política”.