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Con una camisa vaquera, gafas y algún kilo más que cuando entró en la cárcel, hemos podido ver al acusado de atropellar mortalmente a cuatro personas y de herir a otras nueve, el 6 de noviembre de 2022, en el transcurso de una boda en Torrejón de Ardoz (Madrid). Ha empezado a escuchar a los testigos y supervivientes en la Audiencia Provincial de Madrid. En la primera vista estaban citados familiares del novio. Sus padres, su abuelo _ que perdió a su mujer, la matriarca_, su hermano y un tío.
Según su relato, no fue un accidente sino un hecho intencionado. Mantienen que Micael, 'el portugués' no estaba invitado al convite y que se presentó en el restaurante 'El Rancho' con sus hijos y dos sobrinos. Les echaron y el más pequeño golpeó al padre del novio, dejándole sangrando. Fue entonces cuando les echaron y les vieron marcharse. "Luego escuchamos el coche. Bum, bum, bum. Iba atropellando a la gente por grupos", ha relatado el patriarca.
"Hay que tener en cuenta que muchos de los que fueron arrollados ni siquiera tuvieron tiempo o pudieron  hacer nada por evitar ser atropellados,  en la medida en la que el acusado se lanzó contra el grupo de personas que allí se encontraba. sin dar la oportunidad de que nadie pudiera escapar para no ser arrollados. Los hay que solamente oyeron el ruido del coche venir y ni siquiera vieron el coche venir", ha dicho Fernando Sáez de Bremón, letrado de la acusación particular.
La abogada de la defensa, Paloma García, señala que su patrocinado estaba huyendo porque le habían amenazado y que hay pruebas que lo demuestran. Esto se contradice con lo que afirma Juan José Medina, abogado que representa a la acusación particular por parte de la familia de un menor fallecido. "Había ADN en los cristales y la mujer que perdió la vida llevaba el dinero de la 'manzana' o de la dote, que acabó saliendo volando y encontraron dentro del vehículo. 

-Redacción-