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Con 13 años, Javi ha conocido una emoción que supera al miedo: "Yo estaba aterrrorizado. Se escuchaba gente pedir ayuda, la fuerza con la que venía el agua y con eso era suficiente para no querer ni mirar por la ventana". Con la misma edad, Eleia se quedó en estado de shock: "Yo no lloré ni nada porque no sabía qué estaba pasando. De repente veo que viene una ola más grande y ya todo". La riada revolvió la salud mental de los jóvenes. Javi cuenta que todavía tiene pesadillas de vez en cuando, en las que sueña que "viene agua" y casi la mitad de los que tienen entre 12 y 21 años ha necesitado apoyo psicológico. El 20% todavía se siente vulnerable y temeroso: "Me da escalofríos pensar en eso porque puede pasar en cualquier momento", confiesa Eleia. Los datos de Plan Internacional, tras entrevistar a casi 300 adolescentes, también evidencian consecuencias en su rendimiento escolar: "Más del 30% dice que se ha visto reducida su capacidad de concentranción", asegura Julia López, responsable de Incidencia Política. Para ayudarles a expresar sus sentimientos también se recurre a la realidad virtual. Mariano Alcañiz, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, muestra los agentes virtuales que han desarrollado para que, en un ambiente lúdico, los niños y niñas dialoguen con ellos. Los psicólogos utilizan luego esa información para adaptar el tratamiento a cada paciente y ayudarles a asimilar la tragedia.

-Redacción-