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Su carne despierta pasiones y rechazos casi por igual. José y Carmelo siguen la tradición familiar. Son ya la cuarta generación que recorre el Ulla en busca de lamprea. Ellas llevan siglos haciendo el mismo camino. Remontan el río para poner sus huevos tras un largo camino por el mar. Una a una recogen las nasas que han dejado en el fondo del río. La lamprea es un parásito y para alimentarse necesita esta boca en forma de ventosa. Tan buena está que optamos en la cocina por un plato innovador: Tartar de Lamprea. Una vez marinada en azúcar y sal, se mezcla con soja, naranja, lima y un almíbar. Una textura fresca y diferente.  Se sirve acompañada con aguacate y salsa picante de pimientos de padrón. Los romanos ya veían en ella un manjar de dioses. Es un tipo de carne que no puedes comparar con nada, o te enamora o lo odias. Es un producto muy especial Aunque la preparación más tradicional es en su propia sangre, La lamprea se reinventa entre fogones. Un monstruo de río transformado en una delicatessen para el paladar.

-Redacción-