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El envío de un mensaje de alerta a la ciudadanía el día de la dana se concretó a las 18:36 de la tarde. Media hora antes de lo que declaró la exconsejera al frente de la gestión, Salomé Pradas. El técnico de Emergencias encargado de validarlo ha dado la hora exacta. "Él lo único que hace es ver que está el mensaje correcto, bien escrito, se manda y punto. Es cuestión de muy poco tiempo", ha contado a la salida el abogado de la acusación popular, Eduardo García-Ontiveros. Pero este técnico ignora por qué ese mensaje, que solo se refería a la presa de Forata, aunque para entonces varias llamadas al 112 advertían del desbordamiento del barranco del Poyo, nunca llegó a enviarse. Además, Pradas declaró que el Es-Alert se demoró porque era necesario contactar con dos operarios que lo validaran. Ahí el técnico, que aquella tarde estaba teletrabajando, también la contradice: "También ha dicho que había gente suficiente en el centro de emergencias para validar y redactar ese mensaje", asegura García-Ontiveros. Con Pradas en el punto de mira, su abogado ha lanzado una queja al Consejo General del Poder Judicial contra la magistrada. Considera que no se está respetando la imparcialidad ni la presunción de inocencia. En este sentido, el portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví, opina que "hay un intento deliberado de desacreditar a una jueza que está haciendo su trabajo". Idea que también comparte el portavoz del PSPV-PSOE, José Muñoz: "Las víctimas dicen que la jueza de instrucción les devuelve la fe en la justicia. Al final, Salomé Pradas está viendo sus propias vergüenzas". Cada vez más acorralada por las declaraciones de los testigos.