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Tres jóvenes cogen en brazos a un compañero exhausto y se lo llevan a los servicios de urgencia. Justo al lado se puede ver una imagen parecida: un chico que no puede andar ayudado por otro y la escena continúa. Un migrante en el suelo cubierto por una manta y otros dos al límite de sus fuerzas cargados por los que se encuentran mejor. Es el durísimo escenario que ha dejado el último intento de entrada en Ceuta. En total, 103 personas atendidas por la Cruz Roja por manos ensangrentadas por las cuchilla, pies y caras ensangrentadas. Se trata de una imagen que contrasta con la alegría incontenible de los que lo han conseguido. Todo ocurría a las 06:15 de la mañana cuando entre 700 y 800 personas intentaban sorprender a las policías marroquís y españolas en 10 puntos distintos del perímetro fronterizo, pero, esta vez, sin saltar la valla, sino empujando todos a una hasta conseguir derribar varias entradas del doble vallado. En total 438 personas lo han logrado. Ahora están todos en el Ceti, en el centro temporal de inmigrantes. Son los protagonistas del salto más multitudinario a la valla de Ceuta desde hace 16 años.

-Redacción-