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Cada día un pequeño ejército de enfermeros recorren cientos de kilómetros. En Galicia hay 147 centros de salud por cada millón de habitantes, el doble que en el resto de España, pero hay pueblos ubicados a 25 minutos de un centro de salud o a dos horas de un hospital. El marido de María es uno de los 7,000 pacientes a los que atienden en casa. Cada pueblo tiene decenas de aldeas. Núcleos de población no siempre bien conectados. Los ayuntamientos cada vez destinan más recursos para atender a la población, como explica Juan González, alcalde de Nigrán: “Cualquier servicio tienes que desplazarlo. Tienes que moverlo, por ejemplo, la recogida de basura o cualquier otro servicio, se encarece”. No sólo los servicios públicos. También cualquier otra atención. Muchos panaderos, por ejemplo, siguen manteniendo el reparto a diario en zonas rurales. Y las tiendas de pueblo se convierten en indispensables para miles de vecinos. En muchos casos son bares que hacen vez de tienda también.  La dispersión geográfica le cuesta a las administraciones 900 millones de euros al año en una Comunidad Autónoma, Galicia, con casi 2,7 millones de personas, la quinta región más poblada, pero que se reparte en más de 30.000 núcleos, casi la mitad de todos los que hay en España. El 88% de las personas viven en las siete ciudades más grandes. El resto se reparte en pequeños emplazamientos, en muchos casos, habitados por una sola persona.

-Redacción-