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Apurando las últimas energías, para arañar, un último voto que el candidato del PP, Mariano Rajoy, quiere, arremetiendo contra Podemos, "son los viejos doctrinarios de cuando iba a la universidad", sacar, directamente, de Ciudadanos. "En 25 provincias españolas, Ciudadanos tuvo votos y cero escaños, que nos quitaron a nosotros para dárselos a Podemos o al PSOE", se lamentaba el presidente en funciones. Ciudadanos se defiende. "A lo que tengo miedo", decía Albert Rivera, "es que sobren corruptos y falten médicos o jueces". Y mantiene el aspirante a La Moncloa su oferta a tres contra Podemos "para que no gane el populismo en las próximas elecciones". En el PSOE marcan también su terreno. Confiados en la sorpresa frente al sorpasso. "No hay que mirar ni a derecha ni a izquierda, sino sentir los colores socialistas", decía el candidato Pedro Sánchez. Todos contra Podemos, Podemos, contra todos. "Somos el voto útil contra el PP", afirmaba Pablo Iglesias, que reivindicaba, al hilo del Brexit, el papel de Europa, de otra Europa.  "Los de la austeridad son los enterradores del proyecto europeo". Llamando el cabeza de lista de Unidos Podemos a los suyos, como los demás candidatos, a hacer mañana Historia.

-Redacción-