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El Tribunal Supremo ha decidido que el exvicepresident de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, siga en prisión, pero reconoce su derecho y el de los otros diputados encarcelados, Jordi Sánchez y Joaquim Forn, a delegar el voto. El juez Pablo Llarena no les ha dado permiso ni a Junqueras ni a Sánchez ni a Forn para salir de la cárcel y acudir a las sesiones del Parlament. La primera, la constituyente del miércoles que viene. El juez, eso sí, reconoce la "radical importancia democrática" de su papel como representantes públicos. Y por ello y para que su ausencia "no modifique la aritmética parlamentaria" salida de las urnas "reconoce a estos la posibilidad de delegar su voto". Llarena deja a la Mesa del Parlament que decida cómo hacerlo pero "con expresa exclusión judicial del voto telemático". Una frase con la que el juez se previene de que un eventual permiso para este tipo de voto pueda ser aprovechado "desde Bruselas". Volviendo a la razones para negar las salidas, el juez teme posibles altercados en los traslados. Cree que hay riesgo de reiteración delictiva y subraya que Junqueras, Sánchez y Forn se jactaron ya en su día de "su determinación y perseverancia" en sus objetivos. 

-Redacción-