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Con la muerte del Papa Francisco se abre ahora un periodo de estricto protocolo en el seno de la Iglesia Católica. Sin embargo, el pontífice dejó por escrito que no quería grandes lujos para sus exequias. Rompiendo con algunas de las tradiciones más antiguas, como la exhibición de su cuerpo en la Basílica de San Pedro. Será enterrado en Santa María la Mayor y será entonces cuando la Iglesia entre en Sede Vacante hasta la elección de un sucesor.Durante el tiempo que la Iglesia permanezca sin un líder, el poder pasa de manera temporal al Colegio de Cardenales, quienes organizan el cónclave para elegir al nuevo papa. El Cónclave es uno de los eventos más enigmáticos de la Iglesia. Su misticismo ha sido recogido en infinidad de libros y películas. La última de ellas es precisamente ‘Cónclave’. En ella se describe cómo es el día a día de los cardenales durante su encierro, estando prohibido todo contacto con el exterior. Solo pueden participar quienes tengan menos de 80 años. Los cardenales votan cuatro veces al día en la Capilla Sixtina de manera secreta y tienen que alcanzar una mayoría de dos tercios. No hay límite en el número de votaciones y por ello, la duración del cónclave es indefinida. Después de cada votación, los votos se queman y el mundo espera la famosa señal de humo: negro, si no hubo consenso, blanco si hay nuevo Papa. Entre los principales candidatos para suceder a Francisco se encuentra el ghanés Peter Turkson. De ser elegido, sería el primer papa africano en más de mil años. De doctrina progresista, es un claro favorito para continuar el legado de Francisco.

-Redacción-