Vuelven al puerto los pescadores alicantinos tras comprobar un día más que la subida de temperatura del Mar Mediterráneo está mermando sus capturas. Se quejan de que tienen que bajar las redes a mayor profundidad porque los peces bajan allí huyendo de las aguas ardientes de la superficie. Los 30 grados se han alcanzado esta semana en el Mediterráneo. Una temperatura de mar tropical. Los expertos advierten de que estas temperaturas, mantenidas en el tiempo, pueden provocar la desaparición de especies y hábitats marinos. Una circunstancia que afecta al sector pesquero. Incluso mantener el pescado fresco en cubierta, una vez capturado, es muy complicado con estas elevadísimas temperaturas. Los pescadores gastan el triple del hielo que en invierno para conseguirlo, lo que también incrementa el precio del producto. Eso se nota ya en el mercado. Sobre todo en el precio de algunas especies que, con el calor, desaparecen, tales como la gamba roja, escasa y prohibitiva estos días. En conclusión, la elevada temperatura del Mediterráneo tiene consecuencias no solo para el medio marino, también para el bolsillo.