Oasis en plena ola de calor
La orografía del terreno, la altitud y una mayor lejanía de la costa explican estos contrastes térmicos
Cuando en el puerto de Pajares se les pregunta por el calor les causa hasta gracia. El mar de nubes que refresca sus calles transforma este pueblo en un oasis en comparación con el resto de la península. Con 11 grados de mínima aquí no hay problemas ni sofocos para dormir por las noches. En El Toro, Castellón, mínimas de hasta 6 grados también les han obligado a sacar el nórdico. La orografía del terreno, la altitud y una mayor lejanía de la costa explican este contraste térmico con el resto de la Comunidad Valenciana, convirtiendo este municipio en todo un refugio climático.