Ante un fuego aún descontrolado, ataque directo con 25 aviones, el mayor despliegue aéreo hasta el momento en el incendio de Jarilla. Tras arrasar unas 15.500 hectáreas, la mirada está puesta en las localidades de Jerte y Tornavacas. Bomberos catalanes y alemanes se unen a las tareas de extinción de un fuego que mantiene a 500 vecinos aún evacuados. Los que ya han podido volver a sus casas, como en Gargantilla o Jarilla, se lamentan desconsolados. Son ellos los que ahora refrescan los alrededores de sus casas, conscientes de la gravedad de uno de los mayores incendios en la historia de Extremadura. Cansados y destrozados por las consecuencias de un fuego que en una semana ha cambiado su vida.