La policía entró a casa de la familia. Apenas tenían recursos económicos para mantener a los pequeños. "No tengo palabras, lo reconozco, la casa no estaba en situación pero en cuanto tenga mi vivienda esto no se va a repetir jamás", dice Natalia, madre de los seis niños. Algunos vecinos cuentan que pedían dinero para comer en la calle, que iban descalzos y muy sucios... y lo corrobora la policía. Fueron testigos de las condiciones reales de la vivienda. Dormían en colchones deteriorados en el suelo del salón, la bañera estaba llena de enseres, inutilizable, y el frigorífico no tenía casi comida. Lo poco que había estaba caducado. Además los pequeños tenían erupciones en la piel, consecuencias de la falta de higiene. El matrimonio iba a perder la custodia y querían dejar Madrid, llevándose a los niños. En este momento, la séptima hija, mayor de edad, se puso en contacto con la policía, y detuvieron a la pareja. Natalia cuenta que fue muy duro, que han abierto los ojos y se han dado cuenta de lo que han hecho. Por eso van a cambiar, para poder recuperar a sus niños que ahora están en un centro de acogida.