Después de los últimos ataques con drones que afectaron directamente a 11 de las 52 naves que componen esta flotilla, los tripulantes solicitaron protección a sus países de origen. En el caso de España, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó desde la ONU que respondería a la llamada de sus compatriotas. Esta madrugada ha zarpado desde el puerto de Cartagena "Furor", un buque de la Armada española, totalmente equipado, en dirección a la flotilla. También Italia ha enviado dos buques con el mismo fin, a pesar de que su presidenta ha pedido a los activistas italianos que entreguen en Chipre la mercancía que están portando. Esta idea se corresponde con el deseo de Meloni de cumplir con la propuesta de Netanyahu para evitar enfrentamientos con el que considera un país amigo. Israel aún no ha admitido los ataques, pero ha advertido a los tripulantes que se atengan a las consecuencias si continúan su camino. Estos, sin embargo, afirman sentirse aún con más fuerza. Dicen no tener miedo y pretenden cumplir su objetivo en poco tiempo: entregar en mano la ayuda humanitaria a los gazatíes.