La crisis de convivencia generada tras el desalojo de los migrantes de Badalona va tomando un carácter cada vez más preocupante. Las autoridades tratan de buscar soluciones, pero decenas de estos desalojados siguen en la calle.

La Generalitat de Cataluña ha habilitado un dispositivo para poder darles una solución, pero los afectados y las asociaciones consideran que llega tarde. “Solo tenían una hora para decidir, muchos desconfiaban, no entienden el idioma. Algunos trabajan con chatarra y no se pueden mover a otra ciudad que no sabían cuál era”, asegura Carles Sagués, presidente de Badalona Acull.

Aceptaron irse unos 30, 12 están alojados en una entidad pública y una veintena con familias. Es alojamiento temporal. Unos 50 han dormido a la intemperie. Muchos tienen miedo a ser deportados, no se fían de instituciones.

Yangnekhoba, tiene 39 años y viene de Senegal. Lleva cuatro años en España. En su país tiene mujer e hijos. Ha dormido está noche en asentamiento. “No me he ido porque trabajo aquí recogiendo chatarra. No puedo pagarme billete, ayer cobré 10 euros por trabajo. Llevo cuatro años aquí, en mi país no tengo opciones de trabajar”, asegura.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. RECURSOS DE ALGUNOS DE LOS MIGRANTES DESALOJADOS, EN UN ASENTAMIENTO, SIENDO ATENDIDOS.

2. TOTALES DE CARLES SAGUÉS, PRESIDENTE DE BADALONA ACULL.

3. TOTALES DE YANGNEKHOBA, MIGRANTE DE 39 AÑOS DE SENEGAL.

4. TOTALES DE EMMA PUIG, PORTAVOZ SINDICATO SOCIALISTA DE LA VIVE DA DE BADALONA.