Cristina tenía 37 años. El viernes, encontraron su cadáver en un piso que su madre compró antes de fallecer, en Alicante. Presentaba varias heridas por arma blanca. El cuerpo estaba en proceso de descomposición. Había sido asesinada hace dos semanas. El hallazgo se produjo después de que un hombre se presentara en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional, confesando que dos conocidos habían intentado involucrarle en la muerte de la pareja de uno de llos. Acabó delatándoles. Le habían ofrecido dinero para ayudarles a deshacerse del cuerpo.

Los investigadores consiguieron dar con el paradero de los sospechosos. Les detuvieron cuando viajaban en un vehículo con el que trataban de darse a la fuga y que habían comprado con el dinero de la víctima. Habían realizado gastos y trasferencias por un valor de 100.000 euros. El conductor no tenía permiso de circulación. Los agentes encontraron en el vehículo dinero en efectivo, joyas de oro principalmente y sustancias estupefacientes.

Uno de los detenidos, de 38 años mantenía una relación sentimental con la víctima desde hacía meses. Ella nunca le había denunciado por violencia de género. Tenía antecedentes por maltratar a otra pareja anterior. Cristina había heredado recientemente 250,000 euros, por lo que creen que el móvil fue económico.

Anoche, el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alicante decretó su ingreso en prisión provisional. También el de su cómplice y encubridor de 41 años, por asesinato y robo con violencia.