Los abrazos celebran las palabras, las que subrayan el valor de quienes miran, cara a cara, lo que les toca vivir. Fernanda lleva ocho años en tratamiento. Poco después del diagnóstico, su hija le dijo que lo superarían juntas. Teresa padeció cáncer con 28 años. Se curó, pero sigue ligada a la asociación para mostrarse como ejemplo de esperanza. Ninguna paciente sabía lo que el familiar o amigo elegido iba a pronunciar. Poderosa certeza para seguir afrontando con luz en la mirada la vida que aún espera.