Había que llegar pronto y esforzarse para conseguir la mejor ubicación posible. Poco a poco se va llenando la improvisada grada junto al Palacio Real a la espera de la llegada de los reyes. Banderas ondeando, móviles a punto y hasta ensayos del saludo. Llega el coche oficial, el mismo que utilizó hace diez años en su coronación, y se desata la locura a las puertas del palacio. En el interior del Patio de Armas, alrededor de 800 invitados con visión privilegiada. En el exterior, más complicado, disfrutar el momento. El acto avanza y aunque los hay optimistas, la realidad dice otra cosa, y para solventar las dificultades se usan los móviles. Finalmente llega el premio a tanta espera. La Familia Real sale al balcón y saluda en el X aniversario de la proclamación de Felipe VI.

-Redacción-