Cuando parecía que estaba todo bajo control en Tarifa, el viento de Levante ha reactivado otro foco que preocupa. Vuelve a haber llamas donde antes había ceniza. De los 2.000 desalojados anoche, más de la mitad espera aún poder regresar a sus casas. Desesperados, se preparan para pasar la segunda noche en un colegio habilitado en Zahara de los Atunes. Sus viviendas y hoteles son los más cercanos a la Sierra de la Plata y la peligrosidad impide que lo hagan. Mientras, los helicópteros siguen repostando en la playa de Atlanterra para cercar las llamas. Más suerte han tenido los que se hospedan en la parte sur, más cerca de la playa. Tras una larga noche, sólo 700 han regresado a sus casas. Según la Junta de Andalucía, todo apunta a que es intencionado.