Cada vez más personas mayores deciden trabajar en la etapa de la jubilación
Es el caso de una nonagenaria de Santiago que regenta un estudio de fotografía y el del propietario de un bar con 75 años en Poio (Pontevedra)
A sus 93 años, Julia abre cada día la puerta de su estudio de fotografía en el casco histórico de Santiago. "Cojo el primer autobús a las 8 y 20. Ya después de tomar mi café ya estoy aquí sobre las 9 digamos. Y vengo para aquí y estoy aquí todo el día hasta las 8 de la noche", dice Julia López, propietaria 'Foto Sandine'. Podría llevar casi tres décadas jubilada, pero prefiere seguir al otro lado del objetivo. "Las fotocopias, un plastificado, vender un rollo, lo que venga… O vender un filtro. Lo que sea, lo que surja", apunta la nonagenaria. Primero ayudaba a su marido y ahora a uno de sus hijos. "Yo siempre trabajé y aquí es como si estuviera en casa. Pasa la gente, algunos entran, saludan", nos comenta. Tras más de 50 años detrás del mostrador, su vitalidad no pasa desapercibida. En Poio (Pontevedra), camino de los 75, José Esperón sí sabe lo que es estar retirado. Lo estuvo solo unos meses. "Estuve solamente cuatro meses jubilado, y me encontraba muy aburrido, deprimido, solo hacía que estar en la cama.