No hace falta señalar demasiado para encontrar las grietas. Las paredes, ventanas, techo y suelo se resquebrajan sin pausa en este barrio de Cazalla de la Sierra, en Sevilla. Batalla perdida de 30 vecinos que ven como cada vez hay más y más profundas. Movimientos en la fachada y en prácticamente todas las habitaciones. La casa de Antonia se deteriora por meses. La explicación a tanto desperfecto, hay que encontrarla en el subsuelo. La sequía hace que se extraiga más agua del acuífero de la recomendable. Una sobre explotación que provoca movimientos de la capa freática y por lo tanto grietas. Es lo que sugieren varios informes técnicos. Es la versión municipal que insta a los vecinos a que ellos mismos de nuevo cimenten sus viviendas. Unos costes imposibles de asumir.

-Redacción-