El caso de Juana Rivas vuelve a acaparar la atención mediática tras el fallido intento de entrega de su hijo menor, Daniel, de 11 años, a Francesco Arcuri, su padre y legítimo custodio según sentencia judicial italiana. El primer intento de entrega se produjo el pasado martes en un Punto de Encuentro Familiar de Granada, donde el menor mostró un rechazo firme a regresar con su padre, alegando miedo a ser maltratado. Este hecho quedó recogido en un informe de la psicóloga presente durante el acto. La tensión vivida frente a los medios y la presión sobre el niño motivaron que la jueza aplazara la entrega con el objetivo de garantizar su seguridad y privacidad. Para el nuevo intento, fijado para el viernes de esa misma semana, se extremaron las precauciones: el intercambio se llevó a cabo en el garaje de los Juzgados de la Caleta (Granada), con la presencia limitada a los progenitores y sus abogados. La Audiencia de Granada ratificó la obligación de Juana Rivas de entregar al menor, recordando que no se puede alterar unilateralmente el régimen de custodia y que se debe acatar la sentencia italiana. La controversia continúa creciendo. Gabriel, el hijo mayor de la pareja, ha pedido a las autoridades que escuchen la voluntad del menor, quien asegura no desear ver a su padre y denuncia presuntos malos tratos, asuntos que serán objeto de juicio en Italia el próximo septiembre. Por su parte, Francesco Arcuri acusa a Juana Rivas de manipulación y de poner en riesgo el bienestar de los menores.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1.- TOTALES CARMEN CARO ROMERO, ABOGADA DE FAMILIA

2.- TOTALES ENRIQUE ZAMBRANO, ABOGADO FRANCESCO ARCURI