El incendio que permanece activo entre los municipios de Pantón (Lugo) y O Bolo (Ourense) ha arrasado ya unas 1.700 hectáreas en pleno corazón de la Ribeira Sacra, uno de los enclaves naturales más emblemáticos de Galicia. Las llamas, que avanzan desde el jueves por la tarde, han obligado a la Xunta de Galicia a declarar la situación 2 de emergencia y a ordenar la evacuación preventiva de al menos cinco aldeas de la zona. La magnitud del fuego y las complicadas condiciones de la orografía, con fuertes pendientes en los Cañones del Sil, han llevado al Gobierno a movilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ya se encuentra desplegada en la zona para colaborar en las labores de extinción junto a brigadas forestales, medios aéreos y bomberos de distintos puntos de Galicia. Vecinos y autoridades locales aún recuerdan con preocupación los incendios de agosto, que también golpearon la Ribeira Sacra y dejaron importantes daños medioambientales. La Xunta ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha reiterado que todos los recursos disponibles están en marcha para contener el avance de las llamas en un territorio de alto valor ecológico y turístico.