A plena luz del día, unos turistas italianos entran en el supermercado a hacer la compra desnudos. Los vecinos dicen que es lo habitual, ver a gente corriendo y ebria. Están hartos del turismo de borrachera. Aseguran que hacen sus necesidades en la calle, que vomitan y hacen ruido. Conviven cada día con escenas difíciles de soportar. Turistas que improvisan piscinas en la calle o jóvenes que se cuelgan de balcones y ventanas. Se quejan de que los pisos turísticos abundan en el barrio, casas en las que se juntan 10 ó 15 personas a la vez. No duermen, no descansan, no soportan la suciedad y el mal comportamiento de muchos de estos turistas. Piden al Ayuntamiento que intervenga y que tome cartas en el asunto. Han creado una pagina web donde los vecinos exigen que se acaben con esos pisos turísticos y llevan varios días protestando en la calle. Prometen que no pararán hasta que el consistorio les de una solución.

-Redacción-