Mono a punto, velo bien cerrado y guantes ajustados para visitar el hogar de los turistas más importantes de Soria en verano. Actualmente la mortalidad de las abejas se sitúa en torno a un 25 por ciento. Las largas sequías, el ataque de los ácaros y los cambios bruscos de temperatura hacen que los panales cada vez sean mas débiles y los apicultores se vean obligados a buscar soluciones como la trashumancia. Llega el calor y con el calor se termina la flor. Los montes sorianos registran más de 100 movimientos de 20.000 colmenas y el calor no es la única razón por la que las abejas tienen en Soria su destino idílico de verano. El insecto más trabajador del mundo no tiene vacaciones ni días de descanso de su importante labor pero de nada sirve su esfuerzo si no hay un entorno que lo sostenga.