Lo que falta de la cubierta de una empresa de Alcalá del Río, en Sevilla, hay que buscarlo en mitad del campo a 300 metros o colgado de unas antenas que aguantan torcidas. Son todas las chapas que salieron volando a causa del tornado que llegó al polígono y que, estiman los responsables del negocio, deja unas pérdidas de unos 200.000 euros. Fenómeno de un temporal cargado de lluvia que obliga a no quitar el ojo de los ríos. En Cártama, Málaga, el cauce del Guadalhorce ha alcanzado los cuatro metros. En Roda de Ter, Barcelona, el río ha pasado de los tres metros cúbicos por segundo hace unos días a los 100 metros cúbicos. En Castilla y León, el caudal del Eresma obliga a activar el nivel rojo y en Castilla- La Mancha es el Henares el que sigue creciendo alimentado por el agua que llega del desembalse de otros pantanos que casi están a rebosar.

-Redacción-