Javier Lozano es el comandante del helicóptero de Salvamento Marítimo que salió la noche de la DANA. En su primera entrevista a cámara nos cuenta que ni él ni sus compañeros podrán olvidar aquel 29 de octubre en el que decidieron volar a pesar de los riesgos. Antes de partir tuvieron que acudir a buscar al copiloto que estaba atrapado en el centro comercial Bonaire, anegado de agua. Decidieron salir a volar para iluminar a los equipos de Bomberos y Guardia Civil mientras realizaban rescates. Pero una vez arriba, cuando vieron cientos de luces procedentes de los móviles de gente que estaba en los tejados de sus casas rodeados de agua, pidiendo ayuda, se dieron cuenta de que les necesitaban para mucho más. Javier explica que tomaron la decisión de empezar a rescatar a aquellos cuya situación era más crítica. Así, rescataron a un padre y a su hijo que estaban a punto de ser arrastrados por la corriente, y que incluso se habían despedido el uno del otro. Finalmente, rescataron en total a 11 personas y un perro. Lo que hicieron fue una auténtica hazaña porque estos aparatos nunca realizan rescates de noche en zona urbana, por los obstáculos que se pueden encontrar, como antenas, torres de alta tensión o grúas. En estos días Javier ha contado su peripecia en el Congreso Iternacional de Aviación Policial Pavcon, celebrado en Francia, para exponer lo aprendido de esa experiencia.