El juicio ha comenzado con la declaración de Marta Cañas, la mujer que era la encargada de custodiar y vigilar al niño. Lo primero que ha hecho ha sido pedir perdón a la familia de Kevin, el niño de 11 años, secuestrado para obligar a su padre, un narco que estaba en prisión, a pagar una deuda por drogas al cabecilla de la banda de secuestradores. La acusada dice que lo que hizo lo hizo por miedo, que la habían ordenado pegar al niño pero que ella decidió sedarlo para no hacerle daño. Kevin fue rescatado in extremis por los Mossos d´Esquadra tras dos días secuestrado. En el registro de la casa encontraron instrucciones precisas. El niño tenía el nombre clave de "el gato" y en los papeles encontrados se especificaba que si el plan no salía bien había que "ejecutarlo y trocearlo". El abogado de Marta Cañas, Pedro Cerracín, afirma que su defendida actuó por miedo ante el cabecilla, una persona que, según el letrado, presumía de matar gente. Los siete acusados por el secuestro han declarado hoy. Se enfrentan a penas de hasta 17 años y medio de cárcel.

-Redacción-