Los ladridos de los perros localizaban a las 2:26 de la madrugada los dos últimos cuerpos sin vida. Estaban sepultados bajo 3 metros de escombros en el sótano, igual que los otros dos cadáveres rescatados horas antes. Cuatro fallecidos en total: Laura, la jefa de Producción de la obra, y tres obreros: Dembelé, Alfa y Jorge, de Malí, Guinea y Ecuador. El rescate ha sido muy complicado, con los bomberos sin poder usar maquinaria y desescombrando de forma manual. Los familiares a pocos metros, atendidos por los psicólogos. Parte del forjado de la sexta planta, 50 metros cuadrados de los 200, se desplomaron de repente, colapsando el resto pisos como un castillo de naipes hasta el sótano. Según los bomberos, por una suma de factores en los trabajos de rehabilitación. Una sobrecarga de material de obra es lo que apunta el Ayuntamiento, pero la empresa de la demolición niega esta hipótesis. El edificio, que llevaba vacío varios años, contaba con licencia desde febrero de este año para convertirlo un hotel de 4 estrellas.