Suhaila acude con ganas a su cuarta sesión de rehabilitación. La acompaña un dron, con sus manos lo dirige hasta el final del recorrido y juntos participan de forma activa en esta terapia. Lo que pretenden los sanitarios del Hospital de Olot, en Girona, es que con este ensayo clínico los pacientes que hayan sufrido daño cerebral mejoren más rápido y apoyados en un buen estado de ánimo. En el caso de Marcos también ha funcionado. Sufrió un ictus, probó la rehabilitación convencional, pero se estancó. Con esta terapia ha ganado atención y concentración. Una cámara lo capta y le pide que haga movimientos, y si son correctos el dron se mueve. Se busca una reacción rápida del paciente; aciertos y fallos se registran. Los resultados de este ensayo son, por el momento, buenos. Tecnología y sanidad se unen de nuevo para mejorar la vida de los pacientes.