A los uniformes de trabajo en Circoolar se les va a dar una segunda vida. Antes de introducirlos en la máquina de corte se les han retirado los elementos de metal y plástico. Las prendas de algodón y poliéster pasan por la trituradora y se convierten en materia prima para elaborar hilo. Y para que ese hilo sea más resistente y duradero se le añaden nuevas fibras. Después las bobinas pasan al telar para dar vida a un nuevo tejido sostenible. En este caso, con la tela reciclada van a confeccionar un lote de delantales para un restaurante. 25 personas en riego de exclusión han aprendido el oficio y ahora tienen un empleo. En este taller sostenible también a ellos les dan una segunda oportunidad.

-Redacción-