Es el cefalópodo más valorado en la lonja y el producto gallego por excelencia. Y esta semana, quien más quien menos, se ha llevado uno para casa. Desde el viernes está en veda y había que ser previsores. Durante varias semanas está prohibido pescarlo y a los hosteleros les ha

cogido preparados. Se dice que las rías ofrecen el mejor del mundo. Pero hay tanta demanda que también hay que tirar de pulpo extranjero, de

Marruecs y Mauritania principalmente. El secreto está en la destreza a la hora de cocinarlo. Sal, buen aceite y buen pimentón completan la receta tradicional. Queda claro que el origen del pulpo poco importa si el resultado es el de siempre.