Dos pueblos de Castilla-La Mancha siguen sufriendo las consecuencias de las intensas lluvias de hace seis meses
En marzo, el agua se llevó un puente que dejó incomunicados dos pequeños pueblos de Guadalajara de 50 habitantes
Dos alcaldes unidos, pero de pueblos separados porque la vía de comunicación sigue en el suelo. La falta de puente repercute en la nevera. Llega el pescadero, pero los tenderos ambulantes empiezan a escasear. Con miedo a un incendio y a tener que ser evacuados, se despiden los dos alcaldes esperando la reunión prometida con la Diputación y la Junta de Comunidades. Y vuelta a casa campo a través.