En casos como el de Juana Rivas, cuando existe un conflicto entre los progenitores por la custodia de los hijos se utiliza el denominado punto de encuentro familiar para que la entrega del menor se realice de manera organizada y supervisada. Los padres no deben coincidir en el lugar y es el personal de estos centros quien se debe encargar de facilitar el proceso y garantizar en todo momento la seguridad del menor. De esta manera, el intercambio se puede realizar de forma ordenada, rápida y evitando conflictos. Pero para llegar a este punto es muy importante la labor psicológica previa que se hace con el pequeño, porque en medio de una situación ya de por sí complicada, es vital escuchar sus necesidades. Esto es vital para saber cuál es la mejor manera de proceder a la hora de efectuar la entrega.