La víctima grababa con su teléfono móvil cuando comenzó el conficto. Al otro lado de la valla metálica que dividía las dos propiedades, su vecino acababa de llegar con su furgoneta y había dejado la puerta abierta. Unas imágenes recogidas por la cámara de seguridad de la vivienda muestran cómo el hombre sale a la calle y es arrollado por la furgoneta. A los veinte minutos aparecen los servicios de emergencia a los que llama el presunto agresor y les informa de que ha perdido la cabeza. Una versión que cambió cuando habló con los agentes. Le arrestaron por estas contradicciones y se ha decretado ya su ingreso en prisión por un delito de homicidio. Según un amigo de la víctima, el vecino siempre se dejaba la puerta abierta, molestando a su amigo porque la puerta entraba en su propiedad. Durante más de tres años habían mantenido discusiones por este motivo.