Por primera vez se han cubierto las plazas MIR gracias a los incentivos dados por las comunidades autónomas y por la bajada en las notas. Algunas de las plazas que han ido quedando vacantes por las renuncias también se están cubriendo con quienes se quedaron a las puertas. "Acabo de firmar la plaza de mis sueños", cuenta emocionada Ane Cilleruelo. Enseña orgullosa a su familia su primer contrato como médico de familia. "Es algo que siempre he querido hacer y lo tenía muy claro", asegura. "Es de los médicos que más tienen que saber porque abarcan enfermedades de muchísimas índoles", destaca. Lo suyo es algo vocacional, igual que Luis, que se formará los próximos cuatro años en un centro de salud de A Coruña. "Era mi primera opción, es una especialidad que me gusta mucho", explica. Por primera vez en cuatro años, todas las plazas MIR para médico de familia, las 2.508, se han cubierto. Gracias a los incentivos salariales de la mayoría de las comunidades y, sobre todo, a la eliminación de la nota de corte. Los MIR no quieren Atención Primaria: "Hay quienes solo la eligen porque no les da para la especialidad de sus sueños". "Había que abrir en algún momento para no perder todos esos profesionales que pueden ser muy buenos profesionales porque una línea de corte esté el 25% o en el 0%", señala Joseba Atxutegi Amarika, presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia. Sin embargo, a última hora, en Aragón 12 MIR no han ido a firmar su plaza. La mayoría, siete, de médico de familia. "En Barbastro tenemos falta de médicos y si no hay especialistas cómo van a querer venir aquí a formarse", señala María Ángeles Moreno, delegada de Sanidad del sindicato CCOO. Tres plazas han quedado vacantes en el hospital de Barbastro, que atiende a 100.000 personas porque, además de la ciudad, abarca las comarcas del Pirineo.