Mas de la mitad de los loteros dicen que su negocio ha perdido rentabilidad y el sorteo de Navidad supone más del 60 por ciento de sus ventas, dice Jorge Anta, vicepresidente de Anapal. Por eso piden que el precio del décimo suba un 25 por ciento el año que viene. La inflación se ha comido el Premio Gordo. En 1957 con un décimo se ganaban tres millones de pesetas y con eso se podían comprar diez pisos y diez coches. En 2011 con 400.000 euros de premio aún daba para dos viviendas y tres vehículos. Pero ¿qué se puede comprar ahora con ese dinero? Los loteros también exigen recibir una mayor comisión por cada décimo vendido y que el Estado suba el Premio Gordo. Una cifra para dar mayor ilusión a las Navidades de los españoles.