La pasión de un ingeniero de Ourense por los robots aterriza en el mundo de Lego
Reproduce edificios históricos, crea figuras originales y experimenta con todo tipo de estructuras para la empresa danesa
Todo empezó cuando sus hijos descubrieron el mundo de Lego. Pablo se dio cuenta que era una buena forma de hacer prototipos de robots. Poco a poco fue creciendo la colección familiar. Pero este ingeniero de minas nunca pensó que su carrera daría un giro tan creativo… Hace ocho años la compañía le fichó y se trasladó a la sede en Dinamarca. Ahora sigue creando, pero ya desde España. Y desde este pequeño laboratorio de Ourense se diseñan piezas exclusivas para la empresa danesa. Y así, partiendo de un puñado de bloques pueden nacer auténticas obras de arte. Reproduce edificios históricos, crea figuras originales y experimenta con estructuras como esta, de más de cien kilos de peso y decenas de miles de pequeñas piezas. Creatividad, técnica y pasión que demuestran que los caminos profesionales más inesperados se construyen pieza a pieza.