Degolló fríamente a su hija de dos años mientras dormía para hacer daño a su mujer, porque se quería separar de él. Llevaba ya tres meses queriendo acabar con la relación. Mijai, el presunto asesino, confesó cómo ocurrieron los hechos a los médicos que lo atendieron y a varios testigos en la calle. El domingo a mediodía habían protagonizado una fuerte discusión y ella salió de casa para denunciarlo por amenaza y malos tratos, pero no despertó a Maia para que no se asustara. No llegó a la comisaría. De camino Mijai la llamó y le dijo gritando que había matado a la pequeña. Ayer por la tarde en el calabozo se negó a reconocer el asesinato en la declaración formal después de entrevistarse con su abogado.

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