Son cerca de las 23:00 horas cuando un tren arrolla a dos personas y se detiene a la altura del apeadero de la localidad salmantina de Moriscos. Las víctimas son un hombre y una mujer. Ambos, pareja, estaban incluidos en el sistema VIOGEN por una denuncia de ella debido a un incidente calificado como de riesgo bajo. Por eso, ella no tenía medidas de protección y, de hecho, seguían conviviendo. El maquinista del convoy ha declarado ante la Guardia Civil que vio a ambos forcejear, pero no pudo distinguir si alguno de los dos trataba de empujar al otro a la vía o, por el contrario, uno de ellos trataba de salvar al otro de un suicidio. De momento, el juzgado que se ha hecho cargo de la investigación ha descartado que se trate de un caso de violencia machista porque de las diligencias practicadas hasta el momento no se aprecian indicios de delito. La Guardia Civil trata ahora de averiguar cómo y por qué llegaron a esa hora de la noche hasta la vía donde fueron finalmente arrollados.