Los padres de Sandra, la niña de 14 años que se suicidó en Sevilla tras sufrir acoso escolar, recibieron un emotivo aplauso espontáneo de los vecinos cuando acudieron a ver el memorial improvisado que estos han colocado a las puertas de su domicilio en señal de solidaridad y apoyo. El gesto tuvo lugar en la calle Rafael Laffón, donde la comunidad quiso expresar así su dolor y respaldo a la familia en un momento tan difícil. El altar improvisado se ha convertido en un lugar de recuerdo y de protesta pacífica contra la falta de respuesta del colegio Irlandesas de Loreto, donde Sandra estudiaba, y que no activó los protocolos de acoso ni de prevención pese a las denuncias previas de la madre. La familia, visiblemente afectada, agradeció las muestras de cariño y reclamó justicia para que casos como éste no vuelvan a repetirse.