Indemnizada tras el ataque de un oso
Un oso pardo le rompió la cadera y le desgarró parte de la cara a una vecina de Sonande, una pequeña localidad de Cangas del Narcea, en Asturias
Carmen paseaba por la carretera en las inmediaciones de su pueblo cuando se cruzó de forma fortuita con un oso. El ejemplar le propinó un zarpazo con el que le arrancó una parte de la piel de su mandíbula. Le quedan secuelas físicas por la rotura de cadera que le provocó la caída. Ahora se ha conocido que el Principado de Asturias tendrá que indemnizarla con 83.000 euros, pero cuatro años después el miedo le sigue pasando factura. Porque osos pardos como estos siguen acercándose al pueblo cada día. Una especie protegida de la que hay 370 ejemplares en la Cordillera Cantábrica. Se han puesto en marcha proyectos para tratar de evitar que se acerquen a núcleos urbanos y permitir así que sus vecinos puedan respirar tranquilos.
-Redacción-