Once protectoras participan en Valladolid en un encuentro para visibilizar su labor
Su objetivo es encontrar un nuevo hogar a perros y gatos abandonados y concienciar sobre la tenencia responsable
Lola vivía completamente desatendida en una casa que amenazó con abandonarla. Una gata persa auténtica que no tenía dientes. Hasta que hoy, gracias a esta jornada de adopción en Valladolid, por fin ha encontrado un hogar. El abandono no entiende ni de razas, ni de tamaños. Aquí se dan a conocer historias como la de Linda, una mastina rescatada de una perrera. Porque todos coinciden en que adoptar no solo cambia la vida del animal, sino también de las personas que lo hacen. Es compañía, es amistad, no te juzga y siempre está contento. Además de visibilizar la poca popularidad que tienen los animales de pelaje negro. Pequeños y mayores disfrutan de un día en la mejor compañía. Y ellos también, esperando poder dormir en un nuevo hogar.