La ofensiva migratoria en Estados Unidos ha convertido el camino a la escuela en una fuente de angustia para miles de familias en Nueva York. En las últimas semanas se han reportado operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Al menos media docena de estudiantes de escuelas de Nueva York han sido arrestados. Para una madre indocumentada, cada paso fuera de casa es un riesgo. Pero la educación de su hija de cuatro años es obligatoria en Nueva York y una prioridad para ella. Para muchos migrantes sin papeles el regreso a las aulas es todo un desafío, temen cruzarse con un agente de inmigración en el camino a la escuela. La situación ha provocado que algunos profesores se conviertan en improvisados expertos legales que explican cómo actuar ante una redada. La información es vital, por eso han recogido los puntos más importantes en unas tarjetas que los padres puedan llevar siempre consigo. El miedo constante a una deportación también repercute en el rendimiento escolar. A principios de verano, algunas escuelas ya empezaron a notar el absentismo escolar, porque muchas familias permanecieron en sus casas ante la amenaza de las redadas, ahora el profesorado teme que este curso ocurra lo mismo y algunos no descartan incluso ofrecer clases en remoto para proteger a sus alumnos.