Nueve meses después de la DANA, las cicatrices que dejó el agua empiezan a desaparecer
Muchos negocios ya han reabierto y los vecinos, han recuperado la vida en la calle
Nueve meses después de la DANA, las cicatrices que dejó el agua empiezan a desaparecer. Donde el asfalto se cubrió por una marea imparable, ahora vuelve a lo de siempre, lo cotidiano: gente en la calle, llenando las terrazas de los negocios que han podido resurgir. La inmobiliaria que se convirtió en comedor social, ahora vuelve a ser lo que era. Su propietario hoy puede decir que ha rehecho su vida, su negocio y que Valencia, con trabajo todavía pendiente, poco a poco, parece que vuelve a renacer.