Centro de Mayores Fátima, en Madrid. Charla informativa de Participación Ciudadana de la Policía Nacional para prevenir a los ancianos de los clásicos timos y estafas, al que han sumado una nueva modalidad: Las revisiones innecesarias de gas. En los últimos años han proliferado supuestos técnicos oficiales: asustan a los mayores con los riesgos del gas y portan una especie de certificación con un teléfono como si fuera de la empresa de gas. "A ese número de teléfono nunca se llama. Hay que llamar al teléfono que tenemos en nuestra factura", recuerdan los agentes a los mayores. "Están solos en su domicilio y están como desprotegidos", comenta Yolanda Serrano, una de las auxiliares de enfermería que los atiende. "Ellos suelen ser muy confiados. Les enseñan a que tengan un poco más de cuidado", nos cuenta Estela González, terapeuta ocupacional del centro. "Se amparan en la necesidad que tenemos nosotros de realizar esas revisiones periódicas y nos engañan", advierten los agentes que dan las charlas. Pero en ocasiones, no se conforma con eso. "Se metió en la habitación y se me llevó 250 euros. Pero lo que más pena me dio es que se me llevó una cadena de mi hijo que murió", comenta entre lágrimas Leoncia Muerte, una de las ancianas que asiste a la charla. No abrir la puerta, no pagar en efectivo. Consejos que comparten las compañías instaladoras, que también piden un cambio legislativo. "Que se unifiquen tanto las inspecciones como las revisiones, las inspecciones y el mantenimiento que deben cumplir las instalaciones tanto de gas como las de calefacción". Ana María García, la directora general de Conaif, confederación que aglutina al sector, pide también que se recupere el carné profesional. Y en lo que todos coinciden, ante cualquier sospecha, denunciar, aunque no les hayan llegado a estafar.

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