Más de un minuto de aplausos resuenan en La Bañeza junto al féretro con los restos mortales de Abel. Con 35 años, tenía una empresa de construcción y era vicepresidente del motoclub de la localidad donde residía, La Bañeza, pero había nacido en Quintana y Congosto, a solo 20 minutos. A esta zona, todavía desalojada y donde se pueden ver algunas casas quemadas, había acudido junto a otra víctima, Jaime, para tratar de impedir que las llamas alcanzaran los pueblos. En algún punto del área situada entre Nogueras y Quintana y Congosto, donde se observa tierra calcinada, Abel y Jaime se esforzaban junto a otros voluntarios cuando un cambio de viento causó la tragedia. Abel y Jaime quedaron cercados entre dos lenguas de fuego. Jaime, de 37 años, regentaba el bar de Quintanilla de Florez, otro de los pueblos afectados. Las familias de ambos lloran su pérdida y lamentan las circunstancias que llevaron a Abel y Jaime a exponer su propia vida para salvar su entorno.