Los Mossos analizan el teléfono móvil del hijo del fundador de Mango
En un primer momento Jonathan Andik dijo que no había hecho fotos el día de la muerte de su padre pero luego las enseñó
La reconstrucción de los Mossos de lo que ocurrió el 14 de diciembre no encaja con las dos declaraciones de Jonathan Andik a las pocas horas de la muerte de su padre, Isak Andik, y un mes después. Él es el único testigo. Aquel día solo estaban él y su padre realizando esta ruta por el macizo de Montserrat cuando, según él, escuchó un ruido y el fundador de Mango se precipitó 100 metros montaña abajo. En un primer momento dijo que no había hecho fotos ese día pero luego las enseñó. Unas contradicciones sumadas a varios indicios como la poca peligrosidad de la ruta o la mala relación que mantenían según testigos han hecho que la causa se mantenga abierta, después de archivarla de forma provisional. A la espera de informes técnicos de los Mossos que nunca han dejado de investigar, los agentes están analizando su teléfono móvil para ver si hay más fotos o las ha borrado y las llamadas que hizo. La familia en un comunicado confía en que la causa "terminará lo antes posible y se demostrará su inocencia". Tras la muerte de su padre, Jonathan es vicepresidente del consejo de Mango y preside el de las sociedades patrimoniales familiares que controlan el 95% de las acciones de la compañía.