Los monjes del Monasterio de Leyre elaboran ginebra con el enebro de sus bosques
Los 17 monjes de la orden de San Benito se encargan de la producción con la que han recuperado, además, la receta tradicional del licor
El repicar de sus campanas se mezcla con el tintineo de las botellas de ginebra. Un licor que han recuperado y diversificado, acudiendo a textos empuñados por el propio Carlomagno. Esa receta de la Edad Media es el alma de su nuevo producto: la ginebra. Un proyecto que se ha convertido en una actividad comunitaria más en este monasterio habitado por 17 monjes de apenas 30 años. Entre sus muros guardan siglos de silencio y ahora esconden su secreto más predicado: la receta de esta bebida.